Top 10: Formas de cuidar nuestros libros.

¡Hola lectores! ¿Cómo están el día de hoy? Yo muuuy contenta porque, para los lectores argentinos, ¡¡¡ya son las vacaciones de invierno!!!

Ya dejando de lado  los festejos, hoy les traigo 10 maneras de cuidar los libros. Realmente fue muy interesante buscar información sobre este tema porque a todos nosotros alguna vez se nos cruzó por la mente que  no teníamos los libros en un lugar adecuado o simplemente no sabíamos cómo cuidarlos. 

¡No teman mis pequeños historiadores! He aquí la solución a sus problemas. 

Aviso: Esta información fue recolectada por mí de otras páginas y de mi familia. 

No dejes que el sol deteriore tus libros

El sol puede ser muy bueno para algunas cosas, pero para los libros es su peor villano. El sol daña y desgasta cualquier material sobre el que caiga directamente por un periodo prolongado de tiempo, y un libro en tapa rústica será su primera víctima resecándolo haciendo que se salgan las páginas más rápido.

Otra cosa es que decoloraría los lomos o portadas de nuestros libros (Según en qué posición este el libro expuesto al sol) 

Ten en cuenta el entorno

Siempre es bueno tener los libros en un lugar ni tan seco ni tan húmedo. El calor puede hacer que las hojas se sequen demasiado y se tornen quebradizas. Lo ideal es situar las bibliotecas en lugares ventilados, libres de humedad, con la menor incidencia de polvo posible y sin luz solar directa.  Si los libros se ponen muy cerca de una estufa o de otra fuente de calor, pueden sufrir los problemas anteriormente dichos. 

La humedad excesiva también afecta al papel: lo deforma, cambia su composición y reduce su duración. Y también altera la tinta, ya que provoca a menudo que se desplace de su ubicación original y a veces llegan a imposibilitar la lectura.

Muchos usamos nuestras bibliotecas como estanterías de adornos. ¡Las plantas son la peor decoración en un librero! Cuidadito con ellas.

DATO: Si no puedes evitar tener los libros en un lugar muy húmedo, puedes recurrir a colocar bolsitas con arroz cerca.

La limpieza da frutos

El polvo es un enemigo silencioso, por eso mismo tenemos que estar atentos a él.

Puedes hacer una limpieza externa una vez a la semana, donde limpies los estantes y un poco los libros con una aspiradora o un plumero para sacar la suciedad superficial.

Y, una vez al mes, hacer una limpieza más profunda con cierta periodicidad. Esto exige tomarlos uno por uno, pasar un paño seco por su portada, contraportada, lomo y por los bordes de sus páginas.

DATO: Si el polvo se acumulo en sectores muy difícil de eliminar, un modo efectivo de hacerlo es pasar las páginas con rapidez, abriendo el libro y usando el dedo pulgar. De esta forma, los bordes de cada página se separan de los de las demás, y las partículas adheridas a sus uniones se desprenden y caen.

¡Cuidado con los insectos y hongos!

Los insectos pueden ser muy dañinos para nuestros libros dejando huevos o simplemente muriendo dentro de él. Si necesitamos colocar insecticida nunca debemos hacerlo sobre los libros, ya que pueden afectar irremediablemente a los mismos.

 DATO: Tanto los hongos como los bichos pueden ser eliminados de forma casera si se nos llegasen a aparecer. Para los primeros, será necesario dar al libro afectado un baño de sol y limpiarlo al aire libre hasta sacar bien las esporas. Para los segundos, se debe meter el libro a una bolsa ziploc e introducirlo al freezer durante la noche. Luego se deja un día descongelando y se repite el tratamiento para matar huevos en caso de que los hubiere.

No dobles las hojas, usa marcapáginas

Para marcar la página en la que detienes tu lectura evita doblar el borde de la hoja, en lo posible utiliza un marcador de papel u otro material y recuerda retirarlo del libro una vez que lo termines.

Cuidado como los colocas

-Los libros deben de estar colocados de pie o tumbados, nunca coloques sobre los libros que están colocados de pie, otros tumbados. 

-Muy importante es no comprimir los libros en la estantería, pues al sacar uno los demás sufrirán pequeños daños. 

-El estante donde ubiquemos los libros siempre tiene que estar plano, horizontal, no es conveniente que estén inclinados, ya que los libros tienden a deformarse. 

-Los volúmenes muy pesados debiesen ir horizontales y no verticales.

No dejes dentro cosas que puedan dañar las hojas

Es muy común que nos guste guardar flores dentro de las páginas de los libros, pero éstas suelen manchar con sus jugos las hojas.

No fuerces la encuadernación

Cuando abramos un libro no debemos forzarlo, no hace falta abrirlo del todo y deteriorar las páginas. 

¡Cuidado con los aperitivos!

¿A quién no le gusta leer mientras toma un rico café/té? ¿O simplemente comer algo pequeño para estar entretenido?

¡Cuidado! Con una distracción puedes empapar o ensuciar las hojas del libro. ¡También ten las manos limpias al pasar las hojas!

Leer fuera de casa

-Si lees fuera de casa ten cuidado al guardarlo, ya que es muy fácil que se estropeen en un bolso o mochila.

-Ten cuidado con el pasto o plantas cercanas.

-No lo dejes mucho tiempo sobre el suelo, puede llenarse de suciedad o absorber humedad.

Recuerden: Es inevitable que los libros se vayan deteriorando con el paso del tiempo, pero nosotros somos los responsables de acelerar ese proceso o tratar de que ocurra en el mayor tiempo posible.

Bueno lectores, hasta acá la entrada del día de hoy. Espero que les haya gustado y hayan aprendido un poquito a cuidar los libros.

¡Les deseo muy buenas lecturas!